Cuanto mayor es el riesgo, mayor es la ganancia. Por años las actividades productivas se han regido bajo esta máxima. No obstante, las tendencias de sostenibilidad dentro de los mercados internacionales han introducido cambios significativos a esta dinámica, haciéndonos entender que existen ocasiones en que las mayores ganancias se obtienen cuando existen menores riesgos (ver video).
En los últimos 10 años el aumento en el número de cuestiones ambientales y sociales, los cambios en los hábitos de consumo y la precaución de los inversionistas por resguardar sus inversiones, ha ocasionado que las empresas pongan atención a los riesgos presentes dentro de sus operaciones. Así, dentro del campo de la gestión de riesgos, los riesgos de sostenibilidad han ocupado un lugar preponderante dentro de las empresas.
Los riesgos de sostenibilidad son aquellos relacionados con el medio ambiente, la sociedad y la gobernanza (ESG por sus siglas en inglés). Los mismos son un componente estratégico para la eficiencia y el éxito de las empresas porque permite que directivos anticipen y presupuesten medidas para potenciales escenarios negativos. Una indebida identificación y gestión de estos riesgos eventualmente se traduciría a riesgos financieros que podrían manifestarse a través de asuntos legales, regulatorios, sociales, reputacionales, económicos y operacionales. De acuerdo con el Bank of America, la mala gestión de asuntos de sostenibilidad (ESG) ha sustraído más de USD $500 billones en valores a grandes empresas estadounidenses como Google, Meta (Facebook), Goldman Sachs, Citigroup, entre otras.
Igualmente, los beneficios de evaluar los riesgos ESG no sólo se manifiestan evitando potenciales pérdidas económicas para las empresas, sino además en el aumento del atractivo de mercado y el incremento de la rentabilidad empresarial. Desde la crisis financiera del 2008 un mayor número de inversores utilizan un enfoque holístico para seleccionar a las empresas que respaldaran. Para ello inspeccionan los riesgos ESG asociados con el modelo comercial de la empresa y el potencial de crear valor sostenible en el futuro. Estas inversiones son apuestas más seguras y estables ya que garantizan una adecuada gestión de aspectos como la satisfacción de los empleados, transparencia organizacional, el impacto de la empresa en el medio ambiente, y riesgos de largo plazo ocasionados por el cambio climático. Igualmente, los inversores demuestran mayor interés en empresas que incorporan elementos ESG debido a su mayor rentabilidad. Estudios de Harvard Business School demostraron a través de grupos de control y tratamiento de empresas que fueron monitoreadas por 18 años, que las empresas que monitorean, administrar y comunican el desempeño y los riesgos ESG obtienen un mejor desempeño financiero que sus contrapartes menos sostenibles. Por lo cual, no es coincidencia que las 500 empresas más grandes del mundo tengan un reporte de sostenibilidad que incluye la gestión de riesgos ESG.
A pesar de los beneficios, también es importante considerar que muchas empresas enfrentan dificultad para analizar sus riesgos ESG. Esto se debe a que no existe un consenso internacional único respecto a la evaluación de estos riesgos. Esto se debe a que los riesgos ESG de una empresa van a variar dependiendo de su industria, modelo de negocio, actividades productivas. No obstante, a través de los años se han diseñado diferentes estándares que le ayudan a las empresas identificar dichos riesgos como GRI o SASB. Inclusive, muchas empresas han tenido éxito evaluando sus riesgos ESG utilizando metodologías tradicionales para la gestión de riesgos. Es importante considerar que dicho ejercicio es más significativo cuando las empresas incluyen estos riesgos en su misión, visión, valores, estrategias de desarrollo, formulación de objetivos, desempeño económico y en los procesos de creación de valor.
Las empresas se enfrentan a un panorama de riesgos que está en constante cambio y que puede afectar su éxito y rentabilidad. No obstante, una identificación y gestión adecuada de riesgos de sostenibilidad o ESG tienen el potencial de reducir la incertidumbre de una empresa y protegerla contra potenciales escenarios negativos mientras contribuye a un mejor desempeño de la organización en diferentes áreas. Es por ello por lo que debemos apostar por menores riesgos para obtener mayores ganancias.
SOBRE EL AUTOR Kenneth Guevara es fundador y director ejecutivo de ESG Skala. Es internacionalista de la Universidad Nacional de Costa Rica, cuenta con especialización en administración de proyecto y evaluación de impacto, certificado por PMI Association y Social Value Internacional. Tiene experiencia en emprendimiento y empresas sostenibles, ha trabajado en procesos de fortalecimiento organizacional de emprendimientos en conjunto con la UE, Min. de Economía y el Instituto Nacional de la Mujer. Desde el 2021 es Consultor Asociado de GIA Consultores.
